02 septiembre, 2008

Discurso del Senador Barack Obama

Gracias, Iowa.

Se dijo que este día nunca llegaría.

Se dijo que estábamos demasiado alto

Se dijo que este país estaba demasiado dividido; demasiado desilusionado para unirse algún día y luchar por un propósito común.

Pero en esta noche de enero, -en este momento decisivo de la historia- ustedes han hecho lo que los cínicos dijeron que no podríamos hacer. Ustedes lograron lo que el estado de New Hampshire puede hacer en cinco días. Ustedes lograron lo que los Estados Unidos pueden hacer en este nuevo ano 2008. En las colas que daban la vuelta a las escuelas y a las iglesias, en pequeños pueblos y en grandes ciudades, se congregaron ustedes como demócratas, republicanos e independientes para ponerse de pie y afirmar que somos una nación; somos un pueblo; y nuestro tiempo para el cambio ha llegado.

Ustedes dijeron que ha llegado el tiempo de moverse más allá de la amargura, la mezquindad y la ira que han consumido a Washington; de acabar con la estrategia política que se centraba en la división en lugar de hacerlo en la suma – para construir una coalición para el cambio que se extienda a estados rojos y estados azules. Porque así es como ganaremos en noviembre, y así es como vamos a cumplir por fin los retos a los que nos enfrentamos como nación.

Estamos eligiendo la esperanza en lugar del miedo. Estamos eligiendo la unidad en lugar de la división, y enviando un poderoso mensaje que el cambio esta llegando a América.

Han dicho ustedes que ha llegado el momento de advertir a los grupos de presión que creen que su dinero y su influencia hablan mas fuerte que nuestras voces- que ellos no son los dueños del gobierno, nosotros somos sus dueños y estamos aquí para recuperarlo.

Ha llegado la hora de un Presidente que será honrado frente a las opciones y los retos que enfrentamos; que los escuchará y aprenderá de ustedes, incluso cuando no estemos de acuerdo; que no querrá decirles justamente lo que ustedes quieren oír, sino lo que ustedes necesitan saber. Y en New Hampshire, si ustedes me dan la misma oportunidad que Iowa me dio esta noche, yo seré ese presidente para los Estados Unidos.

Gracias.

Seré el Presidente que logre por fin una atención de la salud asequible y disponible para todos los estadounidenses de la misma forma en que amplié la atención de la salud en Illinois-reuniendo a demócratas y republicanos para ponernos manos a la obra.
Seré un Presidente que acabe con las desgravaciones fiscales para unas empresas que se llevan nuestros puestos de trabajo al extranjero y rebaje los impuestos a la clase media para poner ese dinero en los bolsillos de los trabajadores norteamericanos que lo merecen.

Seré un Presidente que aproveche el ingenio de los agricultores y los científicos y los empresarios para liberar esta nación de la tiranía del petróleo de una vez por todas.

Y seré un Presidente que termine con esta guerra en el Irak y finalmente traiga a nuestros soldados a casa, que restablezca nuestra posición moral; que entienda que el 11/9 no es
un medio de infundir temor para lograr votos, sino un desafío que debe unir a los Estados Unidos y al mundo contra las comunes amenazas del siglo XXI; comunes amenazas del terrorismo y las armas nucleares; el cambio climático y la pobreza; el genocidio y las enfermedades.

Esta noche estamos un paso más cerca de esa visión de los Estados Unidos gracias a lo que han hecho ustedes aquí, en Iowa. Por eso quisiera agradecer especialmente a los organizadores y los jefes de circunscripción, a los voluntarios y colaboradores que hicieron posible todo esto.

Y ya que me he puesto a “dar las gracias” creo que tiene sentido para mí dárselas al amor de mi vida, la roca de la familia Obama, la más cercana a lo largo de la campaña; gracias a Michelle Obama.

Yo se que no hicieron esto ustedes por mí. Ustedes hicieron esto porque ustedes creen tan profundamente en la idea más americana de todas- de que ante perspectivas imposibles, las personas que aman este país pueden cambiarlo.

Yo lo se- lo se porque, aunque esta noche pueda estar aquí yo nunca olvido que mi recorrido comenzó en las calles de Chicago haciendo lo que tantos de ustedes han hecho para esta campaña y todas las campañas aquí en Iowa- organizando, y trabajando, y luchando para que la vida de la gente sea un poquito mejor.

Se lo difícil que es. Supone falta de sueño, poca remuneración y muchos sacrificios.
Hay días decepcionantes, pero a veces, solo a veces, hay noches como ésta…
Una noche- una noche que dentro de unos años, cuando hayamos hecho los cambios en los que creemos; cuando más familias puedan permitirse ir al médico; cuando nuestros hijos- cuando Malia y Sasha y los hijos de ustedes-hereden un planeta que sea un poco mas limpio y seguro; cuando el mundo vea a Estados Unidos de otra manera, y los Estados Unidos se vean a sí mismos como una nación menos dividida y más unida; entonces ustedes podrán volver atrás la vista con orgullo y decir que éste fue el momento en que todo comenzó.

Este fue el momento en que lo improbable venció a lo que Washington decía que era inevitable.

Este fue el momento en que echamos abajo unas barreras que nos han dividido demasiado tiempo- cuando congregamos a las personas de todos los partidos y de todas las edades
en torno a una causa común; cuando por fin dimos a estadounidenses que nunca participaron en la política una razón para ponerse de pie y hacerlo.

Este fue el momento en que finalmente derrotamos a la política del miedo, de la duda y del cinismo; la política en que nos derribamos unos a otros en lugar de levantar este país.

Este fue el momento.

Dentro de unos anos, ustedes podrán volver la vista atrás y decir que este fue el momento- este fue el lugar- en que América recordó lo que significa tener esperanza.
Durante muchos meses se han reído de nosotros, nos han ridiculizado incluso por hablar de esperanza.

Pero siempre supimos que esperanza no es optimismo ciego. No es ignorar la enormidad de la tarea que tenemos por delante ni de los escollos que se interponen en nuestro camino. No es quedarse al margen o zafarse de las peleas. La esperanza es aquello que desde nuestro interior insiste, pese a todos los indicios en contra, que nos espera algo mejor si tenemos el coraje de intentar alcanzarlo, y de trabajar por ello, y de luchar por ello.

La esperanza es lo que vi en los ojos de esa chica de Cesar Rapids que trabaja de noche después de todo un día en la universidad y ni así logra pagar los cuidados médicos de su hermana enferma, una chica que sigue creyendo que este país le brindará la oportunidad de hacer realidad sus sueños.