30 septiembre, 2007

Con el permiso de los citados...

Pronto se cumple un año más de la muerte de don Héctor Herrera Cajas. Una década. Cierro los ojos y me parece estar escuchando, transportada en el tiempo al siglo V, su formidable clase sobre la implosión del Imperio Romano.

Muchas cosas se podrían decir de un Maestro, sin duda caeríamos en frases hechas que se utilizan en estas ocasiones, en adjetivaciones pomposas y declaraciones extravagantes sobre su profundo legado. Pero no es eso lo que hoy quiero decir.

Teresa me pide que desarrolle más la relación entre HHC y la práctica. Tal ves me expresé mal. Don Héctor no era un libro. Ningún libro podría contener todo el conocimiento que acumuló, transmitió y compartió con todos nosotros. Don Héctor era algo así como un ermitaño socialmente activo. Absolutamente ciego a prejuicios que no se sustentaran en el talento y las ganas de aprender de sus estudiantes.

Creo que me es imposible expresar con palabras la influencia que él tuvo en mi vida, no sólo en el ámbito profesional. Pensando en él, leyendo sus palabras -las insuficientes que nos legó- resucito mis ganas de hacer de este mundo un lugar donde los hombres se contemplen a los ojos sin desviar la mirada ante ningún prejuicio.

Por supuesto, don Héctor no desarrolló en mi sólo éste afán furioso por la perfección en la practica docente y el análisis histórico, también la meticulosidad, la calma y la pasión, la tolerancia, la disciplina... Como dice Teresa, él nos formó desde muchas perspectivas. Muerto Beethoven, como dice villano ¿Puede el mundo ser el mismo de antes?
Y lo siento, pero hay personas que expresan con mucha más claridad lo que éste maestro significó para todos nosotros.

“Yo me retiré apenas terminé mi curso de medieval con don HHC.. que me hizo consciente de la vigencia del pasado en el presente y de la necesidad de nobleza en todos nuestras acciones y gestos. Que nada es por azar y que todos tenemos una responsabilidad para con el otro. Creo que hubo en ese ramo y por parte de don HHC la mejor lección de lo que representa la noción no de una buena enseñanza, sino de una gran formación, ésa que no queda en los libros y que se puede volcar en las disciplinas y áreas en las que uno desee explorar”. Teresa Wilms Montt

“El mundo de la historia cuando vivía HHC era distinto, por lo menos para mi, y al decir el mundo no me refiero sólo a los asuntos académicos, sino también a la forma como "se hacían las cosas" ... Casi un año después de esta foto, supe que ya nada sería lo mismo... que se sucederían homenajes sinceros y entrañables con otros deslavados y burocráticos. Pero más allá de estos aspectos, que me tienen sin cuidado, la verdad al cabo es una sola, lo peor fue que la historia no sería la misma, casi un año después de ésta foto HHC falleció y todo desde ese momento ha sido una permanente comprobación de que nada ya es lo mismo. Villano

"...en cambio Herrera era... un hombre que te conversaba, te hablaba de miles de cosas, era muy culto, muy fino, te invitaba a su casa, te presentaba a su mujer, su familia. Tenía ritos en el almuerzo, que para uno que venía de una familia así, era importante ver ese orden, esos respetos. Además que él sabiendo que yo era pesado y que peleaba todas las clases con él, le contradecía todo, pero aún así me reconoció como su ayudante y me dio la oportunidad de hacer clases..."
(Refiriéndose a la influencia de don HHC) "...me mostró la parte humana de las ciencias sociales y el arte de hacer clases, el arte de las relaciones humanas... El tipo me enseñó que en las relaciones humanas hay que ser delicado, hay que ser fino, artístico de alguna manera. Y eso es muy importante en la educación y muy importante en la interpretación de la Historia, la fineza de encontrar lo humano, no el dato puro y frío sino la sensibilidad y eso yo lo recogí de él y se lo reconozco a pesar de que era un fascista... pero el tipo era capaz de reconocer el talento de sus ayudantes que fueron izquierdistas: Hugo García que fue del MIR luego se pasó al PS, Carmen Castillo que fue del MIR, yo que fui del MIR. En ese sentido yo me saco el sombrero pensando en lo que era ser ayudante de un personaje como este". Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia

3 Comments:

Teresa Wilms Montt said...

Estimada, te voy a dar permiso para que me cites. Eso sí, creo que sería bueno que linkearas el post de villano donde se refiere a don HHC, no sólo a su blog.

Quizás agregaría que además de cumplirse un año más de la muerte de don HHC, también este 2007 se conmemoran 10 años. Tú te das cuenta que hay dos generaciones completas de profesores de historia que se perdieron el privilegio de aprender de él? Cuál será la visión que tienen de la Historia Medieval? Es que no me puedo imaginar clases de ese ramo sin la perspectiva de Herrera Cajas. Así de simple. Interesante sería saber en qué se diferencian.

Oye, me están preocupando tus problemas de identidad. Simone sí que sí??

El cronista de la O' said...

Extraño lo que producía este señor. Recuerdo que con él me puse las pilas dse tal modo que pasé Medieval 1 y 2 bastante bien, con promedios excelentes en comparación al resto de mis compañeros. Era mágico escucharlo. No quiero ser injusto con quien esté haciendo este ramo ahora, pero la vara le quedó bastante alta y no creo que se de aquella premisa de que "el discípulo superó al maestro". Aunque quien dice que en unos años más aquello si ocurra (?). Tal vez ni siquiera sea el que ahora esté... Por qué no podría ser el mismo Villano, que me imagino todavía estará trabajando para eso...

A 10 años, Don Héctor, lo recuerdo con mucha gratitud. Sobre todo aquella clase en la que le traje un documento de Fulberto de Chartres acerca del "Contrato Feudo-Vasallático". ¡¡¡Fue un honor servirlo!!!

Anónimo said...

No conocí mucho a Villano, ojala se cumpliera lo que tu dices, pero hay algo que no se puede manejar ni aprender: el cómo enfrentamos la época que nos toco vivir. Nuestra época es muy distinta a la que vivió don Hector ¿Nos abré una brecha díficil de salvar?