27 mayo, 2008

El camino corto

No se si la democracia será el mejor sistema de gobierno.
Muchos pueden pensar que para Pericles era fácil hablar de igualdad teniendo toda una sarta de esclavos que hacían el trabajo mientras él se dedicaba a pensar, pero están equivocados: no era fácil. No es fácil entender que para lo que uno es obvio y hasta lógico, para otros no lo sea. No es fácil entender que las personas vayan por ahí por la vida sin más preocupación que frugalidades.

No se si la democracia será el mejor sistema de gobierno, pero sí tengo la certeza que es el menos dañino. Las dictaduras siempre serán dictaduras, no importa si sus intensiones son buenas. Y de todas formas siempre la violencia es el camino más fácil.

En mi liceo y otros emblemáticos como el Lastarria y el Carmela, la votación mayoritaria fue por el paro indefinido y sin embargo los establecimientos fueron tomados, incluso por los mismos CCAA, pasándose a llevar la decisión de la mayoría. Hoy como profesora asesora me sentí desilusionada cuando las niñas me plantearon esa posibilidad, pero más que nada como profesora de Historia. ¿No he sido lo suficientemente fehaciente al hablar acerca de que la democracia debe ser un estilo de vida, una forma de plantearse en las relaciones con los demás, una manera de comer, de dormir, de soñar, de entender el mundo, de subirse a la micro?. La democracia debe ser vista como un dogma y como un credo, y ser practicada lo mas talibanamente posible.

Con estas pequeñas interpretaciones o justificaciones acerca de lo que le conviene a la “causa”, al “movimiento” (sí, vuelven a resurgir aquellas viejas palabras tan manoseadas en otra época) no estamos más que desvirtuando fines que pueden ser maravillosos si llegan a concretarse, pero no de esa manera. No por el camino corto. No por el atajo. El fin jamás debe justificar los medios.

Porque lo que ocurre en estas circunstancias en que declamamos democracia pero no la practicamos; cuando no entendemos lo que significa representación sino a nuestro antojo, cuando creemos que tenemos más razón que el resto, es en ese mismo instante en el cual nos transformamos en lo mismo que estamos combatiendo.

Hoy me sentí desalentada por un momento. ¿Cómo hacerles entender que la democracia no puede ser sólo cuando mi opción es mayoría?

"Tenemos por norma respetar la libertad, tanto en los asuntos públicos
como en las rivalidades diarias de unos con otros, sin enojarnos con nuestro vecino cuando él actúa espontáneamente, ni exteriorizar nuestra molestia, pues ésta, aunque innocua, es ingrata de presenciar. Si bien en los asuntos privados somos indulgentes, en los públicos, en cambio, ante todo por un respetuoso temor, jamás obramos ilegalmente, sino que obedecemos
a quienes les toca el turno de mandar, y acatamos las leyes, en particular las dictadas en favor de los que son víctimas de una injusticia, y las que, aunque no estén escritas, todos consideran vergonzoso infringir".

Pericles

2 Comments:

Anónimo said...

me acorde del sueño q el otro día tuve repitiendome q la democracia no servia (estoy traumada ya con tanto reclamo q nos llega)

Teresa Wilms Montt said...

Mi gran profesor de antropología social me decía - y nunca lo olvidaré - , : QUÉ LES HACE PENSAR QUE UN SISTEMA CREADO Y DESARROLLADO EN EL S. V ANTES DE CRISTO Y PARA UN UNIVERSO TOTAL MUY, MUY INFERIOR, CON OTROS CÓDIGOS SOCIALES, ECONÓMICOS Y POLÍTICOS TENGA QUE SER IGUALMENTE VÁLIDO Y EFICIENTE EN EL SIGLO XXI?????AHHH???

Qué hombre notable.