12 julio, 2008

21 Gramos

Hoy día alguien me decía que el alma son unas hormonas que se evaporan cuando uno se muere, de ahí la baja de peso: 21 gramos. Mi padre se mataría de la risa, “¡que tontera, el alma no existe!”, diría categórico con esa postura absoluta que toma cuando se trata de cuestionar sus universales.

Cuando mi madre se murió y sonrió al hacerlo, como si más allá de su mirada estuviera viendo algo familiar, nosotros pensamos: "son sus muertos que vienen a buscarla". Mi padre, tan oportuno como siempre, nos terminó de aclarar: "¡Tonteras!, son reflejos de aquellos órganos que siguen irrigando sangre por algunos segundos, luego de que el corazón se para".

No sé cómo se las arregló mi mami para que nuestro padre se aguantara hasta los 10 años sin contarnos que el viejo pascuero no existía, ni el ángel de la guarda, ni la dulce compañía y que es más, había que desconfiar de cualquier tipo medio travestido que quisiera ampararnos sobre todo si era de noche. Y años más tarde nos soltó lo que tenía atragantado desde que fuimos naciendo: Dios no existe. Pero ya era demasiado tarde, mi mami, con todos sus años menos de escolaridad, resultó mejor oradora que el más capo de los sofistas. Creo que esa ha sido la peor derrota de mi padre: de sus ocho hijos ninguno salió ateo ni comunista.

Creo que tiene que haber un sentido. Un sentido para que te toque una familia y no otra, una razón para que la gente que siga siendo cotidiana en tu vida sea esa y no otra. Mi padre, el rey de los escépticos, dice que cuando yo comencé a hablar lo hacía en ingles (balbuceando claro está) y que le hablaba de lugares en los cuales era obvio nunca podría haber estado. Trataba de atribuirlo a la vez que me caí de los brazos de mi mami, casi recién nacida, y me saqué la chucha en el suelo de una micro. Pero ni el mismo quedaba totalmente convencido.

¿De dónde somos? ¿Hacia dónde nos dirigimos? La verdad no me importan tanto estos extremos, sino las preguntas que me acechan relativas al trozo que queda al medio, para las cuales muchas veces tampoco tengo respuestas... la mayoría de las veces.

1 Comment:

Anónimo said...

me acorde de la película con el título