29 diciembre, 2007

La Puta de Babilonia

He terminado de leer el último libro de Vallejo. Increíble. Me reí a carcajadas de verdades tan absolutas y tremendas, que el autor cuenta como si estuviera pelando a la familia de su señora.

Pero una idea me quedó dando vueltas. ¿Cómo se distingue en la Biblia qué cosas deben interpretarse como metáforas y cuáles como ejemplos concretos?. Buena pregunta del autor. ¿Dejó Cristo algún parámetro al respecto, una especie de código secreto para interpretar sus hermosas y también feroces palabras?. ¿Qué es una parábola?. Una fábula, un cuento, una narración, me dice el buscador de sinónimos de word. La beata de mi hermana me decía “ah, pero si eso es sentido común”. Ese concepto me da escalofríos: “sentido común”. Cada vez que cuento en clases que en la Edad Media a los herejes los quemaban porque Jesús había dicho “no derramareis la sangre de tu hermano”, y no, “no quemareis ni evaporareis la sangre de tu hermano”, los cabros se desternillan de la risa. Macabro, literalmente. También los colgaban, aunque fácilmente la iglesia podría haberlos envenenado o ahogado, ahí tampoco se derrama la sangre, que pécora y todo, es sangre igual.

Sentido común. “Más fácil que un camello pase por el hoyo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”. ¿Mencionó el porte del hoyo de la aguja en cuestión?, ¿debo entender que las agujas son iguales en todos los tiempos? ¿un camello recién nacido o un camello de colección?. ¿La jerarquía divina se rige por una monarquía?. Bueno, mi sentido común me dice que esto es una metáfora, claro que bastante extraña porque esta sustentando lo contrario a lo que mil quinientos años más tarde Calvino convertiría en un hit: “Dios ya escogió, los ricos van al cielo, los pobres al infierno, no hay nada que se pueda hacer”. Dios mío, la interpretación de esa parábola supera al fascismo. ¿Qué entendía éste hugonote por metáfora?. Y aparte, ¿me esta queriendo decir Jesus que los ricos irán al infierno y los pobres al cielo? ¿así de categórico?.

“No desearéis a la mujer de tu prójimo”. Si esto debe interpretarse literal, las mujeres podríamos hacer y deshacer y los lapidados en oriente serían solo los hombres, pero como la Ley de Merfy siempre se impone, ahí tuvieron que interpretar los apóstoles que también incluía el “no desearas al hombre de tu prójima”, aunque te pague y tus hijos se estén muriendo de hambre, aunque te guste, aunque te viole, aunque sea con amor. Ahora mi pregunta es. ¿Cuándo dijo Jesús que había que apedrear a las adulteras?. Me dice mi sabia hermana que eso es del antiguo testamento. Entonces ¿por qué no dijo Jesús “no deben andar lapidando gente por weas, porque eso es malo y a nadie le gusta que lo anden apedreando porque sí,cada uno puede hacer lo que desee”?. Porque si lo interpretamos literalmente, él no se opuso al acto de lapidar, sino a que los lapidadores fueran pecadores. Al traste se hubiese ido su predica si varios vírgenes y límpidos de mente, hubiesen andado por ahí escuchando al primer barbón que se cruzaba por su camino.

¿Y si era una metáfora? ¿Tendría algo que ver con la envidia? “No envidies la inteligencia de Einsten y, pobre del que haga algo para ser tan inteligente como él: lo mearan sapos del cielo”. “No envidies la bondad de sor Teresa o te saldrá lepra”. Si en algo tiene razón Vallejos en éste libro, es justamente en eso: ¿No podría haber sido más explicito el todopoderoso al dejarnos su mensaje?¿Tan confiado es dios como para dejar la interpretación de sus palabras al sentido común de la humanidad?. Ni siquiera puedo imaginarme su cargo de conciencia después de dos mil años y no se cuántos millones de muertos por su tremenda ingenuidad.

En todo lo que dice Vallejo en su libro sobre “la Puta de Babilonia” estoy de acuerdo, menos en que Dios y Cristo no existen. Me da lo mismo si hay un espíritu santo que los una, o si la virgen era más loca que Gloria Trebi. Y el Vaticano un reducto de ladrones. Eso no es trascendente para mi. Para mi Cristo, Dios y la Iglesia están en los curas que han muerto defendiendo el mensaje de Cristo objetivo, ese que no tiene doble lectura, ese que esta en las poblaciones, en los campamentos, en las cárceles, en los que han puesto la otra mejilla como Gandhi y han movido montañas, y en los que les ha salido el tiro por la culata también; no en los limpios de espíritu, sino en los que por ningún motivo tirarían la primera, ni la segunda, ni la tercera piedra.

Y puedo decir de corazón: creo en Dios padre todo poderoso, claro que poderoso no en el sentido de poder que entendemos los seres humanos; creador del cielo y de la tierra y no del hambre, ni del genocidio, ni la pobreza; creo en Jesucristo su único hijo, aunque me importa un rábano si ha tenido más o si fue concebido por obra y gracia del vecino. Padre es el que cría, no el que engendra. Nació de santa María siempre virgen: santa y virgen o pilla y puta, lo único que me importa es que haya sido buena persona. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Ah, ésta es la parte más importante porque me demuestra que fue un tipo jugado, no de medias tintas, que ponía la otra mejilla pero que utilizaba las palabras con el filo y la eficacia de una cortadora de césped. Que estuvo en el lugar donde siempre hay que estar. No al lado del camino o mirando desde la ventana. También creo en la Iglesia, aunque me contradiga. Creo en los rezos y en prenderle velas a los santos. En que los muertos están un lugar mejor. Creo porque el creer no es racional, es un acto de fe. Creo de la misma forma en que creo que otro mundo es posible, sin ningún argumento racional.

LA PUTA DE BABILONIA

Fernando Vallejo

La Puta, gran Puta, la grandísima Puta, la santurrona, la simoniaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la mala; la del Santo Oficio y del Índice de libros prohibidos; la de las Cruzadas y la de la noche de San Bartolomé; la que saqueó a Constantinopla y bañó de sangre a Jerusalén; la que exterminó a los aborígenes y a los 20 mil habitantes de Beziers; la que arrasó con las culturas indígenas de América; la que quemó a Segarelli en Parma, a Juan Hus en Constanza y a Giordano Bruno en Parma; la detractora de la ciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la Historia; la perseguidora de judíos, la encendedora de hogueras, la quemadora de herejes y brujas; la estafadora de viudas, la cazadora de herencias, la vendedora de indulgencias; la que inventó a Cristo-loco el rabioso y a Pedro-piedra el estulto, la que promete el reino soso de los cielos y amenaza con el fuego eterno del infierno; la que amordaza la palabra y aherroja la liberad del alma; la que reprime a las demás religiones donde manda y exige libertad de culto donde no manda; la que nunca ha querido a los animales ni les ha tenido compasión, la oscurantista, la impostora, la embaucadora, la difamadora, la calumniadora, la reprimida, la represora, la mirona, fisgona, la contumaz, la relapsa, la corrupta, la hipócrita, la parásita, la zángana; la antisemita, la esclavista, la homofóbica, la misógina, la carnívora, la carnicera, la limosnera, la tartufa, la mentirosa, la insidiosa, la traidora, la despojadora, la ladrona, la manipuladora, la depredadora, la opresora; la pérfida, la falaz, la rapaz, la felona; la aberrante, la inconsecuente, la incoherente, la absurda, la cretina, la estulta, la imbécil, la estúpida; la travestida, la mamarracha, la maricona; la autocrática, la despótica, la tiránica; la católica, la apostólica, la romana; la jesuita, la dominica, la del Opus Dei; la concubina de Constantino, de Justiniano, de Carlo Magno; la solapadora de Mussollinni y de Hitler; la Ramera de las rameras, la Meretriz de las meretrices, la Puta de Babilonia, impune y bimilenaria tiene cuentas pendientes conmigo desde mi infancia y aquí se las voy a cobrar.

(1) Así comienza el excelente libro de Fernando Vallejo “La Puta de Babilonia”, que saca a la luz el voluminoso sumario de los crímenes perpetrados en nombre de Cristo por su Iglesia desde el año 323 en que apoyada por el emperador Constantino pasó de victima a victimaria.

Escrita con gran rigor histórico y académico esta obra de Fernando Vallejo desenmascara una fe dogmática que durante mil setecientos años ha derramado la sangre de los hombres y los animales invocando la entelequia de Dios o la extraña mezcla de mitos del Oriente que llamamos Cristo, cuya existencia real nadie ha podido probar.




(1) Nota de la portada del libro. Editorial Planeta

2 Comments:

Teresa Wilms Montt said...

Buenísimas preguntas.
Ahora, siempre me ha generado dudas cuestionar, reprochar o concordar con palabras, sentimientos, pensamientos y reflexiones de hoy, del siglo XXI, aquello proclamado hace ya tanto tiempo atrás. Me gusta cuando la biblia se actualiza y hay esbozos de explicar qué fragmento de lo de fondo es lo que podemos ver, aplicar y - sí, idealmente - aprehender en la cotidianidad sin que tengamos que retrotraernos y enredarnos en explicaciones y aclaraciones que sirven para entender el contexto, pero que nos detiene en la primera capa del mensaje que encierra este libro.

Oye, pero Jesús sí estuvo a un lado del camino. De hecho, si no fuera por la Virgen María y su insistencia durante las famosas bodas de Caaná se hubiera tardado un poco más en estar bajo las luces y los focos.

Uff, full canuta mi resp.

Bueh, ya sabes que Teresa siempre tuvo ese rollo con lo religioso. Amor y odio. Quién no.

Besos

Aspacia de Mileto said...

Gua, esa primicia no me la sabía. Obvio, las mamás siempre pensando antes que uno o por uno, lo que nos conviene en el futuro. Y no se, con respecto a la duda de los cuestionamientos contemporaneos... pienso en nuestra ida a Santiago de Compostela, se me da vuelta toda la wea y quiero ser monja carmelita y mandar a Vallejo a la hoguera :)